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Elche
Por dos veces Patrimonio de la Humanidad

Las Naciones Unidas definieron en octubre de 2003 el ‘patrimonio cultural inmaterial’ como “los usos, representaciones, expresiones, conocimientos y técnicas -junto con los instrumentos, objetos, artefactos y espacios culturales que les son inherentes- que las comunidades, los grupos y en algunos casos los individuos reconozcan como parte integrante de su patrimonio cultural”. Dos años antes, la ciudad de Elche se había convertido en uno de los centros más importantes del patrimonio internacional al considerar la UNESCO el Misteri d’Elx como Obra Maestra del Patrimonio Oral e Inmaterial de la Humanidad. Se sumaba así al Palmeral, que obtuvo el reconocimiento de Patrimonio de la Humanidad en 2000.

 

Instante del Misteri.

Pocas ciudades en el mundo tienen la fortuna de poseer algún elemento declardo Patrimonio de la Humanidad. Sin embargo, aquí, en la Comunitat Valenciana, Elche tiene el privilegio de contar con dos de estas joyas: El Misteri d’Elx y el apabullante Palmeral. El Misteri d’Elx, la más genuina señal de identidad cultural de la ciudad ilicitana, es un drama cantado de origen medieva quel fue reconocido por la UNESCO Obra Maestra del Patrimonio Oral e Inmaterial de la Humanidad en el año 2001. Se representa cada año los días 14 (primer acto) y 15 de agosto (segundo acto), si bien los días 11, 12 y 13 se realizan unas funciones extraordinarias previas.

El drama se desarrolla en la Basílica de Santa María y relata la Dormición, Asunción a los cielos y Coronación de la Virgen María. Su supervivencia ha sido posible gracias a la pasión de todo un pueblo. Tras la prohibición de las representaciones teatrales en el interior de las iglesias en el Concilio de Trento, Elx consiguió del Papa Urbano VIII en 1632 una bula para mantener viva la Festa. La perseverancia de los ilicitanos la ha convertido en el último vestigio de este tipo de manifestaciones.

La música del Misteri procede de diferentes épocas, y posee melodías medievales, renacentistas y barrocas, con ejemplos de monodia y polifonía. La interpretación está a cargo de una capilla de cantores no profesional y una escolanía infantil de voces blancas para los papeles de María y de ángeles.

Pero si hay algo que distingue al Misteri d’Elx es la complejidad de su puesta en escena de inspiración medieval, con la división del espacio escenográfico en horizontal-terrestre y vertical-aéreo, y la utilización de aparatos aéreos que le confieren gran espectacularidad. En el centro del crucero de la Basílica se alza un escenario cuadrangular (cadafal) al que se accede a través de una rampa (andador), en los que se desarrolla la mayor parte de la acción. En la vertical del escenario se instala un falso cielo que se monta en la base de la cúpula.

Abriendo las puertas del cielo y con la ayuda de una compleja tramoya descenderá primero un ángel mensajero en la “magrana”, y después un coro angélico “araceli”, para recoger a la Virgen en su Asunción a los cielos, donde es coronada desde un tercer artefacto aéreo (Trinitat), momento en el que desde los aparatos y el propio cielo se deja caer una lluvia de oropel, sin duda el momento más emotivo de la Festa.

El Palmeral
Por su parte, el Palmeral de Elx destaca por su singularidad y belleza. La UNESCO ha reconocido su valor excepcional al declararlo Patrimonio de la Humanidad en el año 2000. El descubrimiento de huesos de dátiles fosilizados en esta zona del Mediterráneo parece corroborar la teoría de que la palmera tiene presencia en Elx desde épocas prehistóricas.

En cualquier caso, fueron los árabes quienes le dieron su definitiva configuración en forma de huertos, creando, con la ayuda del regadío, un paisaje que ha estado indisolublemente unido al devenir histórico de Elx. La unión ciudad-palmeras se ha mantenido hasta nuestros días en una notable armonía.

Tanto es así que muchos edificios y dotaciones públicas se levantan en medio de un auténtico mar de palmeras, con una perfecta integración de los espacios habitados con los huertos, formando una combinación de singular estética. El Palmeral, que cuenta con más de 200.000 ejemplares en todo el término municipal, es el mayor patrimonio natural que posee la ciudad.

El empeño de los ilicitanos por conservar el Palmeral ha permitido mantener los huertos de palmeras una vez que su cultivo dejó de ser económicamente rentable. En los últimos años un buen número de ellos se han transformado en parques para el disfrute público.

También se está haciendo un esfuerzo por la recuperación de los oficios tradicionales y en el estudio de métodos naturales para asegurar la salvaguarda y fomento de los huertos, con la creación del centro de investigación de la palmera datilera, la Estación Phoenix.

De la palmera se obtienen sabrosos dátiles y también la palma blanca, protagonista en dos importantes manifestaciones culturales: la procesión del Domingo de Ramos, declarada de Interés Turístico Internacional y la representación del Misteri d’Elx, Patrimonio de la Humanidad y Fiesta de Interés Turístico Internacional, en la que un ángel porta una palma en su mano para entregársela a la Virgen.

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