Aprovechemos la inercia | |
Vicent Escamilla
Giménez |
|
Llegar, aguardar, entrar. Ver, comprender,
emocionarse. Es posible. La sociedad valenciana ha despertado de un
letargo que la tenía sumida en la apatía para reencontrarse con el arte
y el placer de disfrutar la Cultura. Así, en mayúscula. El artífice de
tal suceso ha sido Joaquín Sorolla.
La exposición “Visión de España”, auspiciada por la Fundación Bancaja, ha traído a la ciudad de Valencia en particular y a la Comunitat Valenciana en general un soplo de aire fresco, en medio de actos con más pompa pero, tal vez, más alejados. Fue Sorolla, pero también fue un cuidado montaje, una instalación inteligente y, sobre todo, el empeño por hacer del arte un punto de encuentro. La muestra con los cuadros que el valenciano pintó para la Hispanic Society de Nueva York será la más vista en la historia de España y en Valencia ha sido el bautismo para muchos valencianos que no habían visitado nunca una exposición. En esto del arte hay múltiples visiones. Algunos critican la espectacularización de las exposiciones, otros consideran que la comunicación es esencial para conseguir que la expresión artística sea realmente “de masas”. Sin entrar en disquisiciones filosóficas, lo cierto es que la noticia de que una exposición haya recibido la visita de cerca de 483.000 ciudadanos es una buena nueva para la gente de la cultura, especialmente para los gestores de centros expositivos y, porqué no, para los artistas. Parece ser que Sorolla ha sembrado una semilla en Valencia y que su labor cultivadora proseguirá por toda España. Una tarea que está impulsada con ahínco desde la iniciativa privada. No obstante, ahora hay que señalar que las administraciones públicas no deben quedarse durmiendo el sueño de los justos y es preceptivo que tomen buena nota, especialmente de la importancia de la comunicación y la visibilidad pública de las iniciativas culturales a la hora de atraer a la gente. El segundo semestre de 2008 se convertirá en un campo de pruebas de la eficacia de estos gestores. Tienen en su programación muestras de calidad suficiente como para aprovechar la inercia creada y evitar, de esta manera, que la energía generada se transforme en apatía, en lugar de en hábito y costumbre. Con exposiciones como la dedicada a las obras que del Greco custodia el Museo del Greco, de Toledo; o las magníficas exposiciones programadas con motivo del 800 aniversario del nacimiento del rey Jaume I, no hay excusa posible. Estos ejemplos aúnan las dos características esenciales de actividades como la muestra dedicada a Joaquín Sorolla: calidad artística reconocida y una íntima vinculación con la valencianidad. Ahora sopla el viento a favor necesario para hacer de la cultura un elemento esencial para el ocio de los valencianos. Lo justo y oportuno es que los patrones de la nave no encallen en la playa de la pereza y den dimensión pública adecuada a una programación expositiva de calidad, que la tiene. Desde “Los Museos de la Comunitat Valenciana” estamos comprometidos con este objetivo, que hicimos nuestro hace ya casi dos años. Aprovechemos la inercia, ganará la Cultura. |
|